amor-miedoLas personas no queremos sentir miedo y, por ello, tratamos constantemente de evitarlo. Cuando hacemos esto, nos estamos negando la oportunidad de aprender de él, ya que la única manera de descubrir cómo funciona nuestro miedo es viviéndolo y sintiéndolo.

Cuando nos permitimos sentirlo y abandonarnos a él, empezamos a descubrir un montón de sensaciones como pueden ser: intensidad, dolores corporales, pensamientos sobre el futuro o el pasado, negación de la experiencia presente, comparación, resistencias, etc… Al descubrir esto, podemos darnos cuenta de que todas esas sensaciones son relativas y producto de nuestra mente, a pesar de que las vivamos como reales. De esta manera, podemos aprender de nuestro miedo y relativizarlo. Llega un momento, en ese proceso de aprendizaje, en el que aparece la aceptación y, en ese instante, es cuando el miedo desaparece y aparece el AMOR. Esto se debe a que la aceptación y el miedo son dos cosas contrapuestas. De esta manera, atravesando nuestro miedo, podemos llegar al AMOR, pero esto nunca ocurrirá si lo rechazamos, ya que no podremos ver cuál es la perspectiva real del miedo. Por todo ello, es importante que cuando sintamos miedo nos abramos a la posibilidad de experimentarlo en toda su magnitud.

Todas las personas tenemos un concepto, al que nos apegamos, de lo que significa el amor y, al querer mantenernos en ese concepto, tratamos de evitar sentir otras sensaciones que creemos que no son amor. En este momento, sin darnos cuenta, hemos puesto en marcha el mecanismo del miedo. Cuando estamos experimentando nuestro concepto de amor y queremos mantenerlo en el tiempo, nos apegamos a él, y realmente lo que estamos experimentando es el miedo a perder dicho concepto. Es lógico que tengamos miedo a perderlo porque, en el fondo, sabemos que lo vamos a perder, ya que el concepto del amor, no es AMOR.

Por otro lado, cuando nos damos cuenta de que estamos sintiendo amor, empezamos a interpretar y, por lo tanto, a conceptualizarlo. Debido a que el amor no es un concepto, en este momento, dejamos de sentirlo, ya que el AMOR es un estado per sé, que se pierde desde el momento en el que entra el intelecto. Todos somos amor, lo que ocurre es que estamos viviendo en un juego de interpretaciones y, eso, al mismo tiempo, nos aleja del amor y, por lo tanto, de nosotros mismos. Al alejarnos de nosotros mismos también nos alejamos de las otras personas.

Todo este proceso de intelectualizar el amor lo hacemos para poder tener una sensación de seguridad, pero no podemos olvidar que éste es un mecanismo que generamos desde el miedo, que es uno de los mejores amigos del ego.

En muchas ocasiones, detrás de esa intelectualización lo que se esconde es el miedo al sufrimiento, que está basada en una creencia muy profunda: “si no amo, no sufro” y así, para evitar un posible sufrimiento futuro, evitamos entregarnos a otra persona. Escucho constantemente a personas que quieren tener una relación amorosa, sin embargo, tienen un miedo atroz a sufrir si se acaba la relación y, por ello, no se entregan a ella, por lo que llega un momento en el que, inevitablemente, la relación se acaba, ya que no hay presencia. Esto reafirma su propia creencia de que “no vale la pena amar porque al final siempre se sufre”. Generalmente, estas personas no son conscientes de que han entrado en la relación desde el miedo y no desde el amor y ha sido el propio miedo el responsable de dicha ruptura.

Nuestro pensamiento es un gran generador de miedo y, como constantemente nos identificamos con lo que pensamos, nos convertimos en personas temerosas. En este caso no se puede sentir AMOR ya que el amor no puede existir cuando el miedo está presente. Por eso, tenemos que hacer un trabajo personal para poder liberar nuestro miedo, curar nuestras heridas y desidentificarnos de todas las cosas que hemos elaborado con nuestra mente, ya que, el no hacerlo, nos conduce al apego inseguro, y no puede existir un amor sano desde un apego inseguro.

Por todo lo expuesto hasta ahora, hoy quiero dejarte una pregunta para que reflexiones:

¿Estás viviendo desde el amor o desde el miedo?.


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